El origen emocional de las adicciones
Las adicciones son una problemática importante a nivel mundial. De hecho, es probable que conozcas a alguien que no puede dejar de fumar o que su consumo de alcohol es bastante recurrente.
Me arriesgaría a decir que incluso has escuchado que una persona es “workaholic” y lo has tomado como una virtud sin pensar demasiado en lo que hay detrás.
Te has preguntado ¿Por qué sucede esto? ¿Qué lo origina? o ¿Cómo se supera? Sigue leyendo, que hoy te lo cuento.
¿Qué son las adicciones?
Primero definir lo que es una adicción. Según la OMS, una adicción es una enfermedad física o psicoemocional que implica una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, una actividad o una relación.
Es decir, una persona adicta pierde el control en la búsqueda de una sensación – momentánea – de bienestar, a pesar del daño que su objeto de adicción pueda causar en cualquier aspecto de su vida.
Contrario a lo que quizás se cree popularmente, las adicciones nacen a nivel inconsciente. Por eso vemos que generalmente las personas tienden a negar lo que les sucede y oímos frases tan comunes como “yo puedo controlarlo” o “es solo de vez en cuando”, cuando lo cierto es que nada está más lejos de la realidad.
¿Cuántas adicciones existen?
Hay muchos tipos de adicciones. Quizás lo primero que se nos viene a la mente son las drogas, pero no son las únicas.
De hecho, la lista es larga pues una persona puede volverse adicta a, básicamente, cualquier cosa que le brinde la posibilidad de evadir(se) lo cual resulta el origen emocional de las adicciones en este caso pueden ser variadas.
Las personas pueden depender de sustancias, como el alcohol, el tabaco, las drogas o fármacos y hasta a la comida. También pueden desarrollar dependencia por actividades, como el juego, el sexo, el deporte o el trabajo. E incluso, se puede llegar a ser dependiente de algún tipo de relación o persona.
El Origen emocional de las adicciones
Este tema ha sido estudiado desde varios puntos de vista. Se habla de la influencia del contexto y también de las predisposiciones biológicas, pero algo común de todas estas explicaciones, es que la causa se pone fuera del individuo.
Pero como dijimos antes, las adicciones se desenvuelven a nivel inconsciente. Esto quiere decir que no solameMejora tus patas chuecas a través de la Numerología(Se abre en una nueva pestaña del navegador)nte son una enfermedad, sino que también son un síntoma emocional.
En pocas palabras, toda adicción esconde necesidades emocionales que no se han gestionado de forma adecuada. Es la manifestación del sentirse incapaz de afrontar algo que puede ser muy doloroso.
Por lo general, estos conflictos emocionales se han generado en la niñez y están relacionados con el núcleo familiar o vienen dados desde lo transgeneracional. Se dice que el conflicto es principalmente con la madre y en cierta medida con el padre e incide sobre la inteligencia emocional de la persona.
Este resentir suele expresar una falta en el amor materno durante la infancia, ya sea por ausencia o por sobreprotección. Por eso, a pesar de que pueda ser una persona adulta es muy inmadura emocionalmente; su niño interno no puede manejar el caos que vive
Desde la biodescodificación partimos que dependiendo de la adicción, podemos entender el motivo que se esconde. Existe un conflicto y un resentir que debemos entender para poder resolver y combatir las adicciones.
Numerología y adicciones
En numerología podemos evaluar en la carta natal que, junto a tu carta anual, están incluidas en el pack numerológico de una persona si tiene algunos números que cuando la persona decide vibrar en negativo y lo posee en su misión de vida, o se repite estos números en muchas partes de la carta especialmente si proviene de un antagónico.
Tal es el caso del que representa a grandes rasgos la libertad y el disfrute de los placeres y sentidos cuando se confunde con libertinaje y proviene en el cálculo de un 14 (número antagónico) 1+4=5, hay una tendencia a caer en adicciones de cualquier tipo.
También el número 7 que representa la espiritualidad, la fe y el reconocimiento de emociones profundas, si la persona no quiere ver, encontrarse con sus emociones profundas para no ir adentro para encontrarse consigo misma, puede evadir a través del exceso de sexo, el trabajo, la comida, el azúcar o cualquier componente adictivo.
Alcoholismo y ganas de huir
El alcoholismo suele estar relacionado con el deseo de huir de las responsabilidades por el temor de ser herido o lastimado. Es la forma que ha encontrado una persona para mantener su vida a flote sin ser demasiado consciente de ello.
Esta adicción muchas veces encumbre el ser un hijo no deseado. Al descubrirse esto en el inconsciente, el amor materno se toma como hipocresía y el alcohol se convierte en una vía para retar a la madre y probar su cariño.
Se ha encontrado que padres y madres castrantes o sobreprotectores también influyen en el alcoholismo. La inseguridad que genera el carácter frío y hasta dictatorial de los padres, puede derivar en la necesidad de “evadirse y buscar libertad”.
Tabaco o Cigarro
La adicción al tabaco es una de las más comunes. Probablemente por lo “fácil” que es fumar un cigarrillo en cualquier momento y por las pocas – o ninguna- repercusiones sociales que tiene.
Esta adicción suele estar relacionada con dos conflictos: la relación de dependencia con la madre y el territorio.
Si tú fumas o conoces a un fumador, es bueno que te preguntes: ¿Cómo es mamá (o papá)? ¿Cómo es mi relación real con estas figuras? ¿Puedo comunicarme libremente?
Algo que es constante en estos casos, son padres y madres en extremo presentes; tan amorosos y protectores que “ahogan”. O padres y madres sumamente exigentes y con quienes puede resultar difícil comunicarse.
Entonces hablamos de un sentir de “Necesito aire y espacio porque me siento invadido” “Me siento apartado de mi sitio seguro y por eso creo mi propia atmósfera de seguridad”.
La persona puede sentirse profundamente sola, atrapada, o con carencias en la comunicación que no sabe cómo resolver y encuentra anestesia al fumar.
Drogas y seguridad
En el caso particular de las drogas, sabemos que no solo representa una problemática de salud sino también de seguridad. A pesar de ser ilegales en gran parte del mundo, acceder a ellas no es tan difícil y su uso es mucho más frecuento de lo que desearíamos.
Pero ¿Por qué una persona se volvería dependiente a la drogas? Las razones son bastante similares a todas las que hemos mencionado. El sentirse alejado o ignorado por los padres es una de las causas del origen emocional de la adicción que sin duda deja una huella importante en los niños y jóvenes.
Aunque cada droga tiene un significado específico, en general, es una manera de evadir el sentimiento de abandono o de sentirse poco amado. Pueden ser una vía para expresar lo que se no se atreve de forma consciente, para actuar sin pensar demasiado y anular la agresión interna que se siente.
Obesidad y abandono
Cuando tenemos experiencias emocionales que no sabemos resolver y que de alguna forma, resultan traumáticas para nosotros, el cuerpo biológico también trabaja para darnos una solución.
En este caso, la obesidad y el sobrepeso son la consecuencia de la “solución” que la biología encontró para lidiar con múltiples conflictos. Uno de ellos, es el abandono.
Buscamos de saciar el hambre de amor, con comida. Así como biológicamente, la grasa sirve para protegerse del frío y las condiciones del medio ambiente, inconscientemente también generan una idea de protección ante la fragilidad, la amenaza o la soledad.
Sin embargo, como en toda adicción, cuanto más comes, mayor es el hambre y el pasado no asimilado tampoco se sana.
Chocolate en exceso
¿A quién no le gusta el chocolate? Sin embargo, hasta algo tan sabroso y que en su justa medida aporta beneficios en nuestras vidas, puede volverse un problema cuando la razón por la cual lo consumimos es una carencia emocional.
En este caso, la dependencia al chocolate surge de la necesidad del amor y la dulzura de papá. Se intenta compensar su ausencia y falta de amor de esta forma.
Locura por el azúcar
El azúcar también es una droga. Sí, aunque no sea algo obvio, el azúcar causa efectos fisiológicos comparables con los que produce cualquier droga en nuestro organismo. Es físicamente adictiva.
La base de esta dependencia se encuentra en las carencias afectivas. Cuando festejamos un cumpleaños, por ejemplo, hay azúcar y dulce en abundancia. Relacionamos el azúcar con la dulzura, lo alegre y la celebración de sentirse amado.
Adicción al sexo
Detrás de la adicción al sexo se encuentran conflictos vinculados al placer. Una persona adicta al sexo no está tratando de relacionarse sexualmente constantemente por empoderamiento o virilidad, sino porque busca llenar con el contacto físico, lo espiritual. Piensa que de esta forma encontrará el amor del cual su niño interior carece.
Workaholic
¿Cuántos de nosotros hemos escuchado decir “soy workaholic”? ¿Conoces a alguien que realmente no pare de trabajar? Quizás, tú mismo seas así y hayas tomado esto como una virtud.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos porque aunque parezca algo positivo, el exceso de trabajo suele esconder necesidades más profundas. Las horas extras le sirven a una persona adicta al trabajo para no tener que lidiar con el estrés afectivo al que está expuesto por ejemplo en su hogar.
Es probable que hayan sido niños poco validados en sus entornos familiares y que de esta forma, estén intentando gritar que su vida sí es productiva para que los demás reconozcan su trabajo y le acepten y así poder estar en “paz” consigo mismos, allí se encontraría por ejemplo el origen emocional de la adicción.
Adicción al ejercicio
Desde hace algún tiempo vemos cómo viene en auge el tema del fitness y el ejercicio como estilo de vida. Es importante que sepamos qué hacer ejercicio nos ayuda a mantener nuestra salud física y mental, sin embargo, hay una línea que puede disolverse fácilmente entre lo sano, y lo adictivo.
Cuando una persona realiza ejercicio de forma compulsiva, por lo general lo que expresa es la dificultad que tiene para aceptarse a sí mismo. Necesita en ocasiones que su estado físico sea perfecto, para llenar el vacío interior que siente.
¿Cómo superar una adicción?
Como cualquier problema, para resolverlo debemos empezar por aceptar que existe, por conocerlo. En este caso, lo primero es ser conscientes de la adicción, encontrar ademas el origen emocional de la adicción; sea cual sea.
Pero no todo queda ahí; si decimos que la adicción es un síntoma emocional, tenemos que llegar hasta la raíz de este conflicto. Es imprescindible que hagamos un trabajo de profunda reflexión y comprensión para sanar las heridas de nuestra infancia.
Las adicciones surgen cómo vías de escape al sufrimiento, por eso es imprescindible buscar ayuda en este proceso porque desde luego no será sencillo. Los profesionales de la salud jugarán una pieza fundamental, sin embargo, realizar actividades que nos permitan liberar estrés emocional de una forma saludable y hallar prácticas que fortalezcan tu espíritu también será importante.
Mi recomendación es en principio encontrar el origen emocional de las adicciones, ir al especialista, luego que encuentres rutinas y hobbies que funcionen para ti. Medita, haz ejercicio físico y aliméntate de forma saludable. Perdona a quien debas perdonar y lo que tengas que perdonarte a ti misma, la vida puede tener momentos duros pero no es un castigo. Trabaja en tu autoestima y en tu propia aceptación.
El desarrollo personal y el caminar en busca de la plenitud real serán tus mejores aliados.
(Parte del texto, es extraído del Diccionario de Biodescodificación, escrito por Joan Marc Vilanova i Pujo)
¿Conoces a alguien que tenga algunas de estas adicciones que puedas recomendarle este artículo?
El tema de las adicciones me parece un tema bastante complicado, teniendo en cuenta que la mayoría de la gente que es adicta a algún tipo de cosa o hecho, nunca reconoce que necesitan ayuda, en el caso del tabaco, piensan que no es adicción que lo pueden controlar en el momento que quieran, pero es un poco complicado teniendo en cuenta que cuando quieren dejar de fumar necesitan ayuda, la influencia emocional que tú nos cuentas aquí me parece súper fundamental a la hora de sanar ese tipo de adicciones
Si tal cual como indicas Moni, usualmente el que posee la adicción no la reconoce normalmente, cree que pueden manejarlo como bien dices y se meten en un espiral difícil de salir, desde el azúcar, pasando por el cigarro, trabajo y los más graves alcoholismo o drogas. Gracias por tu aporte es super acertado.
Que importante entender los porqués para entender el cómo solucionarlos. Que curioso esto de la obesidad y el abandono.
Si, usualmente con esta adicción hay múltiples casos de mujeres que comen por ansiedad y de niñas tuvieron críticas, algún tipo de rechazo o no fueron tan cariñosos como ella hubiese esperado, esa falta de amor la suple con comida en exceso.
Si correcto, corresponde a una de las heridas de la infancia y no necesariamente porque la niña o el niño hayan sido abandonados por sus padres sino por la forma del trato, por rechazo, por no recibir lo que se esperaba.
Yo creo que en general, es difícil enfrentar las adicciones sobre todo cuando no se trata de algo que comúnmente se conoce como tal (por ejemplo el alcohol, cigarro o drogas), pero si creo que tienen que ver con carencias que hemos tenido en el pasado o que tenemos en el presente. Lo importante es reconocerlas, afrontarlas y buscar una solución y ayuda, que a veces es lo que cuesta trabajo.
Increíble pero cierto! Hay tantas adicciones, el teléfono, la comida, el trabajo…Lo peor es que es difícil reconocerlo, se necesita mucho apoyo, gracias por el artículo lo disfruté mucho
Que bueno recibir tu feedback Erika, en definitiva es totalmente cierto múltiples adicciones y lo más difícil es llegar a reconocerlo.
Correcto Blanca, una de las situaciones más fuerte es reconocer que existe la adicción, todas son dañinas desde el azúcar, la cafeína, el móvil y por supuesto las más conocidas.
Que complejo es el tema de las adiciones, sobretodo pq hay tantísimas que es fácil que todos caigamos en una u otra. Coincido en que, el primer paso para superarlo es reconocer que existe la adiccion, y con eso y ayuda de la familia y profesional, se puede intentar superar las adiciones más graves!
Si correcto Estefania lo más importante de cualquier adicción emocional es reconocerla y buscar ayuda de profesionales. Gracias por estar aquí
Un tema tan importante y a veces tan complicado de tratar, pero tu has hecho este tema de las adicciones emocionales digerible. Me culpo de tener adicción emocional al azúcar, soy de las que dice, “necesito terminar con algo dulce” y es algo que día a día trabajo para vencer.
Correcto Silvia, y eso es justamente efecto de la azúcar en el cerebro como cualquier otra droga. Es fabuloso que puedas darte el permiso de empezar un día sin azúcar, luego una semana y así. Sobre todo por temas de salud.
Yasma soy adicta al azúcar. Es terrible lo que el azúcar hace en el cerebro. Lo mismo que la cocaína. Por fortuna ya tengo casi 10 meses sin comenr azúcar ni nada que la contenga. Fui workaholic pero eso quedó en el pasado. Todas mis adicciones las he superado con ayuda de médicos especialistas.
Que bueno Enri que ya tengas 10 meses son consumir azúcar y para una bloggera de cocina puede resultar todo un reto, sin embargo lo has logrado y te felicito, sabemos el efecto que tiene el azúcar en el cerebro y el bajón que produce posteriormente. Gracias por tu testimonio de que sí se puede.
Que interesante este artículo sobre adicciones Yasma, que cantidad de conflictos nos toca manejar desde las emociones.
Así es Pilar y cuanto pudiéramos evitar desde niños con una adecuada educación emocional desde la escuela.
Gracias a Dios Yasma no tengo ninguna adicción de las que comentas aunque sí estoy enganchada al móvil (más concretamente a Instagram). También podrías analizarlo algún día con tu conocimiento en un post. Gracias
Con gusto María José la adicción al móvil y redes sociales es muy frecuente y actual, gracias por el feedback.